Las personas cambian. Los estilos cambian. Las modas cambian. Los medios cambian.
¿Debieran también cambiar las agencias que hacen la publicidad?
Es muy necesario comprender las revoluciones sociales para así poder anticiparlas y liderar de este modo el cambio.
En verdad, no se trata de cambiar las personas que trabajan en una agencia, sino el modo en que actuarán ahora estas mismas personas. Lo que es posible llamar como una actitud “colaborativa”, no es por tanto que exista una nueva agencia en su esencia, sino un nuevo modo de tratar con este consumidor que consume otras cosas, de distinta forma y que es necesario anticiparlo de la mejor forma.
Hay que entender la naturaleza de este nuevo consumidor digital, que consume de distinta manera, y por lo mismo, espera de las marcas que lo traten de distinto. Hay que comprender su comportamiento para poder así darle lo que él por si mismo quiere obtener.
El nuevo consumidor, no quiere ver comerciales en la televisión, pues estos le quitan el tiempo de aquellas cosas que observan o ven. No quieren leer los diarios, pues esto una vez que se ha publicado, ya es viejo.
No van a la web en busca de marcas. Ellos van a la web a divertirse, relacionarse, conversar, y son por tanto las marcas las que debieran ganarse al consumidor. La gente de hoy, cree mucho más en lo que dicen sus amigos que en la información que pueda entregarnos una marca. Acuden a foros, blogs y se influencia de lo que la gente dice.
Diremos que una buena idea debe ser tan poderosa por si misma, que esta no dependerá de la tecnología ni mucho menos interfaces sofisticadas, sino más bien su capacidad de simpleza, rapidez y acceso.
Para estos nuevos consumidores, el compartir es algo sumamente poderoso. Ellos dicen “Si me gusta, lo comparto con alguien para que la gente sepa lo que me gusta”. Es por esto necesario fomentar espacios en donde la gente opine, darle ese espacio para que sepan que las marcas quieren saber lo que quieren y así crear de la marca una experiencia enriquecedora.
Lo fundamental por tanto es entender lo que el consumidor quiere hacer, antes de pensar lo que queremos hacer con el consumidor.
Por tanto, ya no se trata de solo mostrar la marca de manera creativa, sino lograr que la misma marca hable con el consumidor. Que se relacione con ella y logren empatía.
Finalmente entonces deberíamos enfocarnos en revisar insights que nos ayuden a ganarnos el corazón y alma de la gente, conocer su lenguaje y modo de interactuar, ponernos en sus zapatos.
Tenemos como publicistas el poder de hablar por aquellos que no lo pueden hacer, por lo que deberíamos hablar como aquel que compra y consume para ganarnos su fidelidad.