viernes

Cuanto aprendemos.

He oído con cierta frecuencia que asistir a la escuela, tiende a atrofiar la imaginación y a limitarla tan solo a lo que una persona pretende afirmar como correcto.

Además, siempre he creído que un problema no tiene una sola solución, sino por el contrario, muchas. Dado eso, ya podría creer que la primera afirmación puede ser cierta.

Puede sonar tal vez un poco extremo, pero de alguna forma si se analiza con más detalle, esta cobra sentido y razón.

Puedo afirmar que cuando he asistido a clases, la mayoría de las veces me he sentado atentamente a oír cada una de las cosas que explica el profesor, intentando tomar nota, consultando e incluso haciendo conjeturas a lo que este afirma, y en la mayoría de las ocasiones, desafortunadamente me he quedado con la sensación que nada nuevo he aprendido.

No se si en verdad sea tan así y esté en lo correcto, o quizás exista algo de arrogancia en mis palabras, no lo se aun con certeza. Pero también creo de alguna forma, que nuestra mente ya sabe de muchas cosas. Sabe y no lo oímos, o no buscamos. Quizás sea la simple falta de comunicación con uno mismo, que no permite que exista ese traspaso de información con todo lo que recibimos cada día.

El aprendizaje es diario. No debiera por tanto limitarse únicamente a lo que dice una sola persona, sino más bien a la unión de recursos reunidos de todo lo que uno ve y de los impactos que uno recibe. También es afuera. Es ahí donde esta todo. Tan solo hay que poner atención, observando, mirando lo que la gente hace, lo que come, lo que compra, lo que bota y lo que habla. Es mucho más divertido y claramente enriquecedor.

Observar como las personas caminan y por donde lo hacen. Luego sacar conclusiones, ¿Y si lo hicieran en modo opuesto? ¿Y si lo hicieran más de una vez? ¿Y si no lo hicieran? O bien observar como las personas se sientan en una plaza, lo que leen, como se sientan, como hablan o discuten, o incluso como expresan su cariño cuando se acompañan. Y de pronto ya es posible abrirse a nuevas posibilidades.

Estas posibilidades crecen día a día en la medida que uno las fomenta ya que todo está ahí, y afortunadamente no es información que debamos pagar o intentar conseguir de algún difícil modo. Es gratuito, está ahí y puede ser además muy divertido.

Me parece que un camino correcto es tomar las reglas existentes y darlas vuelta. No hay nada de malo en intentarlo. Si estas dan un buen resultado o no tanto, ya al menos será algo nuevo de lo cual hemos aprendido.