domingo

Debes creerlo.


Debes convencerte que encontrarás las ideas. Es la clave de todo.

Estas están en todas partes, a cada hora, en cada lugar. Crees que no las tienes por que no las ves, pero ahí están.

Sueles gastar mucho tiempo pensando como conseguirlas, como buscarlas o de que forma encontrarlas, pero probablemente no ocupas ese tiempo en el acto mismo de tenerlas. Y termina siendo tiempo perdido.

Debes entender y creer que las ideas flotan en el aire y esperan posarse sobre ti. La mayoría de tus problemas son por cierto solucionables con alguna de aquellas ideas.

La pregunta es, ¿Para cada problema existe una solución?

La respuesta es definitivamente No.

Los problemas no tienen una sola solución sino muchas. Normalmente las personas se desgastan buscando tener la suerte de conseguir esa única solución para sus problemas cuando lo más probable es que tenga muchas distintas soluciones.

Y aunque suena muy fácil, la verdad es que no hay mayor dificultad en esto. Solo debes convencerte de aquello y no dudar de tus capacidades para encontrarlas.

Muchos profesionales y creativos, cercanos al umbral mismo del éxito, casi a pasos de conseguirlo, dudan si en verdad son lo suficientemente buenos, o si han merecido de verdad llegar hasta esa instancia, o si podrán conseguirlo, y fracasan.

En el preciso momento en que dudaron, su mente disminuyó automáticamente el desempeño que tenía hasta ese instante, y su creatividad se detuvo.

Es necesario que sepas que es la imagen que uno tiene de si mismo, la que determina el como uno es y lo que se consigue. La mejor forma de incrementar tu desempeño creativo es mejorando la imagen que tienes de ti .

Si crees que puedes, tendrás la razón.


Pero debes no solo creerlo, sino además estar completamente convencido de aquello, ya que si por el contrario crees que no puedes generar estas ideas, tal vez nunca las consigas.

Convéncete que en tu mente existe una inmensa batería de creatividad dispuesta a producir las más geniales ideas en el momento en que lo necesites. Repítelo todos los días. Muchas veces en el día, hasta que llegue el instante en que crear las tan buscadas ideas sea parte de tu rutina diaria.

Estas inevitablemente llegarán a ti mientras comes, mientras caminas, mientras te duchas o incluso cuando duermes.

Pero antes de eso, debes creerlo.