jueves

En algún momento del día, todo publicista o estudiante de la carrera, aspira a ser un director creativo. Tal vez ahora mismo, tú quieres serlo.

Antes de seguir en aquello, deberías preguntarte quien eres hoy. Incluso, que eres hoy.

Si dedicas gran parte de tu tiempo a realizar estudios de marketing, análisis situacionales, análisis de costos de producción, movimientos de mercado u otros, estás seguramente haciendo una muy buena labor administrativa.

Incluso si creas muy buenas gráficas, si tienes en tu mente grandes ideas y las logras plasmar en tu campaña, pudieras estar realizando un muy buen trabajo creativo.

Pero si en lugar de aquello, destinas largas horas de tus días para conocer las personas, generar contactos e identificar las oportunidades posibles en cada uno de ellos, y además de eso, logras plantearte objetivos concretos y claros, estas muy cerca de lo que pudiera ser un líder.

Tal vez es hora que reconozcas tú norte. Mientras antes, mejor.

Ya haz oído aquello de que “todo no es para todos”, y aunque sin duda, no deja de ser cierto, nadie tampoco ha dicho que no puedes estar entre esos pocos. Pero debes ser honesto. Es hora que sepas ya que eres.

La verdad es que no hay nada de malo que recibas órdenes. Que te muestren aquello que debes hacer, y lo cumplas de muy buena forma. Seguramente hasta te destaques en tu área y te hagas muy conocido.

Pero no es menor que consideres en ti, la existencia de algo especial. Esa capacidad específica que te haga estar presente de una manera aún más importante en el trabajo.

Para ello, deberías ser capaz de transmitir día a día a tus compañeros, objetivos de trabajo y un plan certero para llevarlo a cabo. Deberías enseñarles a ser bueno en aquello que les propones. Alentarlos a exigirse cada vez más, y mostrarles por cierto, que tú eres el primero en actuar así. No bastan las órdenes. Tú debes ser el ejemplo.

Ya es hora que sepas que nada es gratis, y lo bueno, suele costar un poco más caro.

Un muy buen líder tiene una visión cada día. Tiene esa capacidad propia de ver algo donde otros no lo ven y entender rápidamente cuando otros lo dejan de lado.

Y tener esa visión es solo el inicio. Deberías hacer algo muy bueno con ello.

Deberías despertar esa pasión en otros, para que se animen a creer que también pueden ser parte importante de tu visión. Deben saber y creer que tú los guiarás a aquello. Recuerda que eres el numero Uno, y eso significa que serás el primero en dirigir, proponer, así como también en colaborar y ayudar a quien lo necesite.

Ahora si crees que reúnes estas condiciones, deberás actuar como tal. Líder no se es solo en la oficina. Se es líder en todas partes.

Un buen líder tiende a rodearse de gente inteligente y proactiva. Busca gente positiva.

Incluso busca gente más inteligente que el mismo, para seguir aprendiendo y creciendo. Está siempre en movimiento. No espera que le hagan el trabajo. El lo inicia.

Y claramente no espera que le den siempre la razón. Por el contrario, incentiva a sus compañeros a proponer nuevos puntos de vista, a veces muy distantes del suyo, pero honestos y con intención de ser aporte.

Toleran comprensivamente los errores del resto, y resaltan cada cosa positiva que pueda haber. De eso se trata ser líder.

No de ordenar y esperar el sometimiento de quienes reciben esas ordenes. No de los aplausos y el lucimiento personal, sino de dirigir el avance estable de un trabajo y el crecimiento general y ser el primero en aportar a aquello. Paso a paso.

Entonces la pregunta es...¿Qué vas a hacer?