Albert Einstein estaría de acuerdo en que el conocimiento es esencial para el buen pensamiento creativo y que este conocimiento debe ser absorbido antes de que pueda emerger como idea fresca.
Mientras haya una necesidad de publicidad, habrá una necesidad de ideas originales y relevantes, y vivídas expresiones de las mismas. Pero para llegar a tal instancia, es necesario un previo y buen Brief.
Para trabajar en ésto, es importante en un inicio acaparar tanta información como puedas. ( ya dicen por ahí que esta nunca sobra). Busca información tanto general como específica. Revisa webs, revistas, libros, prensa, archivos y todo lo que se acerque a tu tema.
Algunos importantes directores, tienen álbumes y pegan en ellos alguna imagen visual que los haya impresionado. Puede ser que no lo usen inmediatamente, pero ciertamente hojearán estas páginas cuando necesiten de alguna inspiración.
Busca fragmentos que parezcan interesantes. Rebusca. Luego míralos desde distintos ángulos. Desordénalos. Agrégales más cosas. Vuelve a darlos vueltas. En estricto rigor, esta debe ser la etapa más entretenida del proceso, pues no hay ideas tontas. Todo es posible y así nacen las genialidades. En algún momento de todo este proceso, sentirás que todo pierde sentido. Pues descansa. Deja que tu inconsciente comande la incubación de tu Gran idea. Escucha música, ve televisión, sal a caminar, y entonces, cuando creías que esta no llegaba...¡Eureka!, aparece para quedarse.
Pero por cierto, eso no basta.
La idea puede ser original y fresca, pero por cierto, requiere moldearse. Las buenas ideas poseen cualidades de autoexpansión y no reconocen a sus padres. Cuando otros las ven, sienten que deben empezar a sumarle más cosas, y por cierto, mejorarlas. Preséntala a gente de confianza y discútela con ellos. Fortalécela y nútrela de energía y más frescura.
El desarrollo de generación de ideas es un proceso muy personal por cierto, y cada creativo tiende a realizarlo en forma diferente. Algunos lo encararán lógicamente sentados en un escritorio con muchos lápices de distintos colores y muchas más hojas en blanco, y otros lo harán más instintivamente sentados en el baño o recostados en el piso, pero sea cual sea la modalidad, la esencia de este proceso es el trabajo arduo e incesante por buscar la perfección final de tu gran y amada idea.
