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Long tail.

La Larga Cola o Long Tail dice que el éxito del comercio en internet no reside en los picos de la tradicional curva de demanda, sino en lo que siempre se consideró las zonas de fracaso o la larga cola de la curva de estadísticas.

El modelo tradicional se basa en las limitaciones geográficas y físicas, ahora reducidas por las nuevas tecnologías. Las empresas necesitaban concentrar una audiencia numerosa y generar una gran demanda en el mercado para que fuera rentable su negocio. También el alto costo de almacenaje y distribución de sus productos les llevaba a centrar su actividad en unos pocos artículos fácil y rápidamente vendibles. Por esto, las librerías normalmente tienen disponibles solo los libros que tendrán un alto volumen de ventas, pero no acumulan libros que comprarán un número muy reducido de personas. De la misma forma, las tiendas de discos mostrarán en sus estanterías únicamente los discos de interés para una amplia audiencia.

En cambio, estas nuevas tiendas online a las que nos referimos pueden tener en sus estanterías tanto los libros y la música de gran demanda como los que compran pocas personas. De estos últimos venden pocos, pero sumados generan un gran beneficio.

Un gran número de productos, aunque tengan un volumen de ventas bajas, acumulados pueden producir un gran beneficio.

The Long Tail trata precisamente de la economía de la abundancia, un modelo de negocio completamente nuevo que está empezando a mostrar su poder mientras la selección ilimitada revela nuevas verdades sobre lo que los consumidores quieren y cómo pueden conseguirlo. Así podemos ver como el negocio de la música ha sido transformado por Itunes, Ares y Utorrent entre otros famosos sitios de descarga.

Llega una transformación parecida para cada industria imaginable.

¿Qué ocurre cuando todo está disponible para todo el mundo? ¿Qué ocurre cuando el valor combinado de todos los millones de artículos que venderían tan sólo unas cuantas copias excede el valor de los pocos artículos que venden millones de copias cada uno? ¿Qué ocurre cuando un grupo de jóvenes sin motivaciones económicas pueden grabar una canción o rodar un vídeo clip y obtener la misma distribución electrónica que la corporación más poderosa?

Internet ha hecho posible un nuevo mundo en el que el valor combinado de productos con ventas modestas y títulos extravagantes iguala a las ventas de los grandes éxitos. Los consumidores no van sólo a un sitio, si no que se dispersan por todas partes al mismo tiempo que los mercados se fragmentan en miles de nichos. Ganan los que siempre han perdido. Nuestro mundo transformado por Internet da ilimitadas oportunidades a los consumidores e inevitablemente los mercados del mañana serán para quien sepa sacar ventaja de ello.