No es ningún secreto que el mercado y la publicidad mundial hoy en día se ha convertido en una selva salvaje de producción y realización de marcas.
La creación de los valores de éstas ha sobrepasado al interés de las personas, para encontrar más allá de esto, eficacia traducida en valor monetario.
Aunque en el fondo, la eficacia de nuestras campañas debe ir dirigida a conseguir que cumplan con su objetivo de ser preferidas y consumidas positivamente por el mercado, es en la forma en que se han perdido un poco las directrices de cómo alcanzarlo.
Debemos crear un cambio de mentalidad a la hora de hacer marketing ante los eminentes cambios que se están produciendo, y sobre todo, los que se avecinan. Ya no es suficiente con prepararse y hacer frente a los cambios a través de una importante presencia online o a través de la innovación tecnológica.
Hoy en día necesitamos ser más abiertos para transmitir una perspectiva más humana a nuestro marketing y entender que entablar un diálogo con los consumidores también significa ganarse su confianza.
Con el imparable incremento de los medios generado por los propios consumidores (incluidos los blogs) y a través de las plataformas de redes sociales de la web, los consumidores están evidenciando un importante interés y una mayor necesidad de crear relaciones más estrechas con las marcas.
Si queremos cautivar a la gente, nuestro mensaje tiene que entrar primeramente en su mundo y conectar a través de conceptos como el de comunidad solidaria, reutilización de recursos, valores humanos o los que consideremos de importancia para un amplio número de personas. Si los consumidores experimentan y viven la marca como ellos desean, las marcas deben sustentarse en algo que les aporte realmente valor, más allá de un símbolo o un color de moda.
En el escenario actual, se trata de todo un reto el conseguir cautivar al mercado y establecer con él una auténtica relación emocional a largo plazo. Pero nuestro trabajo consiste precisamente en eso. Desafíos.
Entonces ya sabes hacia donde dirigir tu mirada. Si logramos identificarnos con la pasión del lector, en nuestros mensajes evocamos un contenido de valor, y a través de éstos ganamos su confianza, estaremos haciendo lo correcto.
El mercado espera que les prometas algo, y desde luego, estarán muy atentos de que les cumplas. Su respuesta directa es el consumo, y a través de ese camino entonces notarás si fuiste o no eficaz.