Pero lo necesitas. La marca que no tenga una serie de estrategias de marketing en marcha y ejecute acciones destinadas a llevar a cabo esas estrategias no conseguirá clientes ni ventas de manera consistente. Al menos no los suficientes para sobrevivir de modo continuado.
Hoy día el principal reto de una marca es llamar la atención en medio de una gran cantidad de competidores y ofertas. Diciendo lo mismo que los demás y ofreciendo lo mismo que el resto, no conseguirás nada en absoluto, por eso es vital que, de alguna manera, te diferencies. Tienes que ofrecer algo que los demás no o decir algo que sea nuevo, si no ¿qué incentivo va a tener un cliente para fijarse en ti?
El marketing debe ser un proceso en el que debes poder comprobar qué está funcionando y qué no y además debes hacer de él un proceso de mejora continua.
Si no haces algo mejor que los demás, nadie va a estar muy incentivado a elegirte. Es así de sencillo, el cliente no va a apreciar tus noches sin dormir o los esfuerzos que hiciste para sacar tu marca adelante. Sólo se va a fijar si hay algo que haces mejor y ese algo le atrae lo suficiente. Así que deberás centrarte en buscar una ventaja competitiva y resaltarla en tu marketing.
Ten un plan de Marketing. Si no sabes exactamente qué quieres y qué vas a hacer para conseguirlo, ¿cómo vas a llegar a tu objetivo? Un plan es la herramienta que responde a todo eso y por ello resulta fundamental. Conoce perfectamente al cliente o de lo contrario mandarás mensajes erróneos a la gente equivocada.
El marketing suele ser ese aspecto incómodo de la gestión que no sabes muy bien como entender o afrontar, por eso suele ser algo realizado con prisas o con el presupuesto que sobra, pero si no tomas en serio el marketing, no acabarás obteniendo los resultados que te has propuesto.