sábado

El Cliente.


La economía de hoy en día es clara. El cliente ha sido, es y será siempre el rey.

Y la tendencia de las empresas, que hasta hace un tiempo se encontraba dirigida a perfeccionar la relación del producto, ha debido virar el timón hacia un norte mucho más importante como es el cliente.

Las empresas trabajan, crean estrategias, planifican, promocionan y desviven todos sus intentos por alcanzar uno a uno sus clientes.

Y es que tienen más que claro que desde ahora, ese es su nuevo jefe, quien les entrega sus peticiones, compra eso que verdaderamente les interesa, y desecha tajantemente aquello que ha tenido el mismo plan de trabajo, pero que no los satisface.

Es así, no hay más remedio.

Todo trabajo y planificación, se desarrolla primeramente, para satisfacer clientes. No por gusto personal, ni por causas nobles, sino que para conseguir clientes.

Si por algún extraño motivo, el trabajo de equipo no piensa en el cliente, es por que sencillamente no está pensando. Y algo mucho más seguro aun es que si tú marca o empresa no lo está haciendo, rápidamente otra empresa ocupará ese lugar.

Hace algún tiempo atrás, el conocido Peter Drucker afirmó enfáticamente en uno de sus manifiestos que el objetivo principal de una compañía es el cliente.

¿Alguien en verdad puede refutarlo?

Ninguna empresa sobrevive si su objetivo no está destinado desde sus inicios a aquello.

El cliente hoy en día no es quien depende de la producción de las grandes marcas y compañías, sino muy por el contrario, son esas grandes marcas quienes dependen de sus clientes para llevar a cabo sus creaciones.

¿Los productos? Van y vienen. Se renuevan. Cambian. Se modernizan. Se agotan. Vuelven a aparecer.

Al cliente hay q seguirlo día a día, sin descuidarlo. Es necesario fidelizar con ellos y ganarse su respeto, tratándolos de la misma forma como quisiéramos ser tratados.

Y satisfacerlos es solo el inicio. Esta satisfacción debe ser renovada creativa e inteligentemente cada día de modo de mantenerlos muy sujetos a uno y no a la competencia.

Ahora que tienes el norte de tu empresa solo debes caminar hacia el.